UNIVERSIDAD MILITAR “MCAL. BERNARDINO BIILBAO RIOJA”
EAEN. “CNL. EDUARDO AVAROA HIDALGO”
BOLIVIA
REFLEXIÓN CULTURAL
Paradigma
Ancestral o Aymaracentrismo
Nuestra Constitución
Política del Estado Plurinacional, promulgada en febrero del 2009, manifiesta
en su preámbulo como filosofía del Estado el Paradigma del “Vivir Bien”, el
mismo es ratificado en muchos articulados en su parte dogmática como un fin
esencial.
Es evidente que este
paradigma en la coyuntura actual tiene muchas percepciones, unas influenciadas
por la posición del ministro de Relaciones Exteriores David Choquehuanca. y el señor Javier Miranda, Embajador de Bolivia en
Irán., como la voz más oficial del Gobierno
del Estado Plurinacional de Bolivia.
Esta posición es respaldada por la Escuela del
Pensamiento Estructuralista en la que se explica que la vida de los seres
humanos, requieren vivir en paz, armonía y tolerancia, con plena satisfacción
de sus mínimas necesidades vitales, lineamientos que tienen bastante relación
con el paradigma del Vivir Bien, como el
fin fundamental del Estado Plurinacional, que es la esencia de la existencia de
la población de la vida en armonía con la naturaleza y el respeto al medio en
el que se desenvuelve.
Esta posición es
complementada a partir del sentimiento ancestral de unidad hombre-naturaleza.
Sin embargo, tiene un contenido altamente etnocentrista, aymaracéntrico, que
reclama en exclusiva para los originarios andinos la potestad de “generar sus
propuestas conforme a las raíces e identidad”
Esta posición es todavía muy platónica, no
existen las bases fundamentales respaldadas teóricamente para ser difundidas y
concertadas, más parece una campaña gestionaría con un propósito muy particular
y específico, más aún cuando existen posiciones muy radicales como de Simón
Yampara, quien sostiene la inexistencia de un Estado Boliviano y sostiene ser
el perteneciente al Kollasuyu, desconociendo avances y reconocimientos de
Organismos y Estados, lo que significa un retroceso y un apartarse de una comunidad
internacional, tenemos que tener siempre presente que no somos una isla, actualmente con los países que son
coincidentes con la ideología política e ideológica como son Ecuador y
Venezuela no somos ni vecinos, ni siquiera el supuesto Estado vecino con quien
se tiene muchos lazos históricos de hermandad como es el Perú, se tiene
criterios comunes de esta filosofía.
En conclusión, Paradigma Ancestral o Aymaracentrismo, es todavía una teoría filosófica e ideológica por
comprobar, por lo que su aplicación y desarrollo con tantos baios tiene su
riesgo, cuyos resultados podrían ser absorbidos por nuestros hijos, logrando un
Estado más inestable y postergado.
La
Entrada del Gran Poder
Las fiestas del gran
poder, eventos culturales, lugar donde supuestamente se presenta una variedad
de danzas folklóricas, riqueza cultural de nuestros antepasados, manifestación
de devoción a Patrones y Santos, que ahora la misma constitución cuestiona al
ser declarado un Estado Laico, es una
más de las contradicciones que se encuentran en nuestro Estado Plurinacional,
porque en los discursos políticos cuando se habla de descolonización y
despatriarcalización la hacen referencia como un instrumentos de opresión, pero
cuando se trata de mostrarse a la sociedad en términos materiales son sus
mayores aliados y protectores.
No cabe duda que
entre sus participantes existe de todo, unos que lo harán por devoción al santo
patrón, otros lo harán con fines netamente económicos “PRESTES”, porque ya se
sabe que este evento no es más que un PASANAKU entre los integrantes, es más en
algunas confraternidades se constituyen en clanes familiares que pasan de
generación en generación y otros con seguridad los más pocos simplemente
simpatizantes y verdaderos folcloristas.
No es extraño también
que esta fiesta es un escenario donde se ostenta el nivel económico de grupos
sociales “Ayamras o Quechuas”, círculos sociales por supuesto también muy
restringidos para su ingreso.
En conclusión, La Entrada del Gran Poder, es una
manifestación político, social y económica de una clase alta de los llamados
pueblos originarios, ya sitadinos en su actividad enteramente comercial, una
habilidad y destreza heredada de nuestros antepasados.
Bienestar
del Amartya Sen
“ Los seres humanos no pueden vivir las cosas sin
representarlas”[1]., una manifestación de Zabaleta con el que
pretende explicar la relación del hombre con su entorno, “El lenguaje es la
base del pensamiento”[2] sustentada
por el creador de la epistemología genética Jean Piaget, por lo cual el hombre
se expresa según ve la realidad, en un mundo donde la economía es muy simple de
relaciones basadas en el trueque, el hombre crece y habla de dar y recibir, en
una estricta convivencia llana que exige de la vida en cuanto da a la misma, en
ese momento de la evolución humana.
Esta es una afirmación y demostración por el que el
hombre es feliz en función al placer y displacer, sin embargo ese interés de vivir sin poder
representarlas está supeditado a una estructura de pensamiento que está
traducido en su lenguaje, no tanto en una necesidad solo de traducir su medio,
sino en la cotidianidad de su interaccionar con una realidad que lo enfrenta
con su sociedad.
La cosmovisión de cada
sociedad deviene del desarrollo humano, explicado desde el proceso evolutivo y
educativo, por lo que es claro entender que nuestra cosmovisión tiene bases
comerciales a través del truque, evento que ha podido sostener por mucho tiempo
a pueblos aparentemente con escasos recursos naturales, donde su habilidad para
el comercio hizo posible la realización y satisfacciones de sus necesidades
básicas.
Por lo tanto el paradigna
del “Vivir Bien”, no es solamente esa relación armónica con la naturaleza, en
ella está implícito acciones y actividades que tienen que ver con el “Vivir
Mejor”, porque al final no se vive solamente de espiritualidades, sino de
acciones materiales.
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